viernes, 23 de septiembre de 2011

13 septiembre

En la mañana pedale a toda velocidad (mia) hacia la escuela, aún así la gente me pasaba y entonces entendí que no es tan facil como se ve y que pedalear 12 km en la mañana con prisa no es la mejor idea. El viento me encantá, me cae como un golpe fresco y sano en la cara. Lo imagino recorriendo mi cuerpo y mi cabeza, tocandome toda y así siento que cada vez que me azota con su fuerza me sana. Sana de cierto modo todo lo que hay en mi y se lleva todo aquello que me sobra.
Ayer pedale por primera vez de noche y me estoy quedando lejos asi que como buena df'eña tenia miedo al principio... Cuando me di cuenta que lo único que podría haberme atacado era la completa oscuridad de la noche o una vaca resentida me reí de mi misma y seguí. También me reí de lo leve que es la vida y el peso que nos pasamos otorgandole.

Tambien hice ejercicio y me acorde, más bien mi cuerpo se acordó, de lo bien que le hace y ahora disfruto el post-dolor y quiero volver a entrar a uno de esos salones a moverme un poco, pero la mestría...dejenme decirles no pinta facil. Y bueno, es una mestría despues de todo pero porfavoooor 350 paginas (leer) de International Business y International Marketing no era mi idea de un fin de semana antes.

Quiero aprender mucho y entender todos estos locos sistemas globales que quiero algun día influenciar para bien, pero quiero también pasar por ese parque que pasó todos los días de camino y sentarme a continuar asombrandome de lo verde que es todo por aca.

La comida no mejora mucho pero aún no tengo mi propio casa y eso cambiara pronto. La gente es amable y hay muchas cosas interesantes y mucho que aprender.. el idioma es y seguira siendo una locura. La mestría será dificil, muy dificil y exigente pero me gusta pensar que soy muy afortunada por poder hacerla, por vivir aca y por tener tiempo.
También me gusta pensar que soy afortunda por tener entre los momentos de estress esquizoide destellos de lucidez y levedad que me hacen darme cuenta, de que no es mucho más importante (o como decirle?...trascendente) mi vida que la de cualquier otra persona o perro extraviado. En esos momentos entiendo que todo es importante y todo no es importante, y estudio entonces por una elección que se decide en fragmentos de segundo y bien podría no ser. Todo se convierte en un ahora, en un instante que yo hago mio y entonces su levedad y su peso juegan conmigo y lo disfruto.. me rio.

Los quiero mucho

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