miércoles, 7 de diciembre de 2011

Tengo hambre de saber y ser de ser. Quiero conocer los nombre y las citas, saber cifras y entender conflictos, quiero citar a Kundera y poder escribir como Bolaño, sentir a Pizarnik y pensar la mitad que Foucault. Pero quiero tener la paz de Thich y la sabiduría de Maria. La calma de Kavindu y la alegría de Tita. La ligereza del viento, la estabilidad de la montaña, la frescura de la flor... y la sabiduría, la sabiduría de la tierra y de aquellos que saben mucho.
Ahora nada de eso, solo hambre y sed.

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