lunes, 21 de noviembre de 2011

ella. 5:30pm



La ciudad había desaparecido bajo un enorme influjo de niebla. La gente destanteada. O era acaso solo yo? no sabía por donde ir y aún después de largas conversaciones se daba cuenta de que había estado hablando con la persona equivocada.
Todos los habitantes habían perdido su identidad y finalmente bajo estas circunstancias entendía la falta de libido de los hombres de este extraño país. Cómo encender el fuego con esta ausencia de chispa, de luz; cómo ver al sexo opuesto si repentinamente todo la gente se volvía andrógina, asexuada, deforme: seres-bicicleta se transportaban entre la niebla, entre los edificios y parques; seres bicicleta con pequeños leds rojos y blancos como señal distintiva para identificar el frente de la espalda; para saber a donde dirigirse en busca de respuesta.

No pasaban de las 5:30 de la tarde cuando me había perdido ya dos veces intentando volver a casa, las calles habían cambiado de dirección y las casas de lugar. La ausencia de guantes en mis manos y de leds identificadores en mi cuerpo me hacían sentir un frío inhumano, mientras me volvía invisible para los demás seres-llantados.

Los árboles había perdido todas su hojas y yo sentía que había algo que consecuentemente debía de perder pero aún no podría recordar que era.

Tenía hambre y ganas de llegar por un café, pero a la vez la necesidad de encontrar aquellos zapatos que el sábado no pudo comprar. Entró a la tienda una vez más, con un propósito definido, y este se perdió por completo al instante. Qué será que esos lugares disparan en nuestro inconsciente-animal, cual es la necesidad y deseo que se refleja. Ella quiere todo, aunque todo sea lo mismo.
Quiere los distintos colores, diseños modelos y tamaños. Yo, odio comprar.
Ella se debate a veces en un interminable dilema moralista cada vez que levanta algo del aparador, comienza pensando en la textura y termina internada en las fábricas de producción asentadas en algún país tercermundista; aún así quiere comprar. Yo quiero regalar todo lo que tengo y dejar de ir a esos lugares. Ella también quiere dejar de ir, quiere entender, quiere aceptar lo vacíos que están.
Yo no lo necesito. Ella lo quiere.
Es bueno saberme yo, y no ella.

Tiene frío y trabajo, mucho trabajo que no quiere hacer, que no cree que la haga crecer tanto como esta niebla que aprende a querer de una manera extraña. Hoy ha aprendido que se puede también vivir entre nubes; también que se puede renunciar al ejercicio por un día y que no pasa nada. Ha aprendido que las cosas tienen un precio desorbitadamente distinto a su valor, y que aún debe aprender a decidir el valor que para ella tienen ciertas cosas. Ha reforzado la idea de que no puede trabajar en grupo a pesar de ser una “cualidad intercultural que debe desarrollar”…piensa ¿Porqué desarrollar algo que no disfruta, que la hace menos efectiva?

Tiene escritos y trabajos que quiere hacer bien, pero que sabe que no cambiaran su vida. También tiene un evento importante pasado mañana y un viaje a Alemania el viernes. Su prima llega el miércoles próximo, de Italia y su amigo de México el 2 de enero. No cree poder terminar todo a tiempo. Porque es que mientras más cosas hay que hacer el tiempo decide irse más rápido.

Traicionero te digo!! Y lo repito. Traidor.

Cual es el valor de conocer el mundo, cual es el valor de abrazar a los amigos y no hacer nada entre la niebla. Cual es el precio de no entregar los papeles.

La niebla cubre ahora toda la ciudad; se confunde con la noche que ha llegado de golpe. La noche de las 12:00pm se alío con el tiempo y llega también antes, desplaza a las 6 y se instala en mi ventana. Me parece que entra por la rendija de mi puerta y se comienza a instalar entre las teclas que cada vez veo menos.

Ella tiene hambre y esta cansada. Yo por suerte quiero escribir y tengo café.


1 comentario:

  1. Sofía, quisiera saber a cual de los dos personajes escribir.... no solo es maravillosa la descripción sino la forma en que combinas el díalogo entre las dos..... una pequeña novela a la que quisiéramos seguir el hilo....

    "Si ella no sabía que estaba escribiendo un libro, menos aún podía saber que ese sería el primero de muchos por venir...."

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