viernes, 22 de febrero de 2013

Pudor

-->
Egon Schiele - Mujer con pañuelo amarillo

-Hay pudor en quien se desnuda de golpe y no puede nombrar su oscuridad.

Quiero hablarte del pudor que me cubre cuando me desnudo de pronto, a destajo y sin miedo aparente, frente a ti. Estoy desnuda como me he visto ya cientos de veces ante el espejo. Unas con más aprobación que otras. Algunas veces sonrío y me acomodo buscando las curvas de mi cuerpo. Otras veces, tomo entre mis dedos los pliegues de mi carne y con disgusto desvío la mirada.

Estoy ya, desnuda frente a ti como lo imagino cada noche. También las noches en que te tengo. Especialmente esas. Creyendo que no te das cuenta, hago un veloz repaso de mi cuerpo. Sus hondonadas y valles. Me he quitado la ropa sola, en orden y por partes. Estoy desnuda y sonrío. Entiendo que por instantes, pareciera moverme con confianza de anguila. Pero, tengo que decirte        -tengo miedo. Existe en mi, un recato infundado, más que innato, de ser observada. Poseo un resguardo personal. Ese tremendo, maldito juicio. Deseo de pronto escucharte decir –Te veo. Deseo, poder verme a través de tus ojos y entonces descubrir cuál es el cuerpo que tu recorres por instantes, tan tuyo. Como tu cuerpo, que sin nunca saberlo de cierto, entiendes ya, por la manera en que te miro y descubro, que quiero. De punta a punta. Acojo tu cuerpo porque una pulsión ajena y más fuerte que mi voluntad, encuentra en el, mi risa de la infancia. El misterio, y una oscura y deliciosa ternura. Es la ternura al final, el ingrediente último del enlace verdadero. Y es en estos momentos, antes de cobijarme entre tus piernas, que siento recato. No en mis palabras ni con mi cuerpo expuesto, desnudo frente a dieciocho mil personas en la explanada del zócalo. No. Es en estos momentos. Cuando pido a gritos tu mano. Cuando te miro a través de tu espalda y de tu nuca, que siento pudor.

5 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar
  2. "Quiero hablarte del pudor que me cubre cuando me desnudo de pronto..."
    ¡Enoooorme frase!

    O esta otra:
    "Y es en estos momentos, antes de cobijarme entre tus piernas, que siento recato".

    Escribes con la imaginación fluyendo con tu sangre. Genial.

    ResponderEliminar
  3. "Deseo, poder verme a través de tus ojos y entonces descubrir cuál es el cuerpo que tu recorres por instantes, tan tuyo.". Coincido con DW, son estas frases que cargás, que transmitís, es lo que he sentido por milenios sin poder descifrar el contenido de la angustia. Si, genial Sofía. Seguí escribiendo, deleitanos con tus "de profundis". Leyendo mentes, tocando la piel. Saludos mi bella amiga¡¡

    ResponderEliminar
  4. Estimada Ana y estimado Wílliam,
    El hecho que ustedes puedan, de cierto modo, verse reflejados en mis palabras, hace que mi pecho se expanda. Siento una alegría profunda, una comunicación nueva. Reafirma que es solo a través del otro que somos. Solo desde la subjetividad del otro, y de una entrega plena, que nos creamos y nos reafirmamos como seres nuevos, como seres que luchan por completarse a cada segundo.
    Profundamente agradecida por sus lecturas
    Sofía

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Por eso se habla de un "yo lírico" y de un "ello lírico", exactamente por lo que usted apunta con su comentario, estimada Eda Sofía.

      Eliminar