miércoles, 30 de enero de 2013

Soñé con el cambio.


Soñé con el cambio. Con el miedo al viaje no emprendido. Mi miedo de estancia, de asentamiento. Saltó, surgío a flote claro como el agua que lo redeaba. Soñé con el viaje obligado. Con la retirada. Con el miedo a tí y tus piernas blancas. Alto. Estática Sin un boleto de avión, hacía ningún sitio, en las manos. Soñé con el cariño, con la honestidad y entonces por primera vez dude en el vuelo. Por el tiempo, por los libros, por mis letras, por tus manos. Alto. Yo no dudo nunca en irme. Vivo en una retirada continua. Continuada hasta el futuro de mi misma. Parecía por primera vez, Vietnam como un sitio oscuro. Un boleto y la imposibilidad de perder dinero como un destino. El llanto. Las maletas vacías y mis manos llenas. Llenas de tierra. Tiempo ilimitado en un sitio. Impensable. ¿Porqué entonces sueño acometida por un ansia de fuga que ya no es?

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