lunes, 20 de febrero de 2012


Hoy fui a bailar... decidi salir de noche, caminar por Vilnius, agarrar el bus con miedo de perderme y bajarme en la calle que creía la correcta. Caminé un poco más por la nieve que pareciera conozco hace tanto.

Baile, mal, pero si no hubieran habido espejos hubiera jurado que me movia con una gracia nunca antes vista. Tuve que venir hasta Lituania, hasta la nieve, hasta esta casa y esta gente, para volver a bailar.

Como me gustaría moverme como siento que me muevo.

Si bailasé como mi alma baila, sería una delicia mirarme. Si bailase como mi alma baila, bailaría para el mundo.

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