Ayer llego SinterKlaus por todo Groningen. Más gente de la que creía que vivía en esta ciudad salio a la calle, incluyendo niños con gorros de todos colores y con las caritas más pálidas del mundo pintadas de negro hollín; para parecerse un poco a los ayudantes de SantaKlaus que por esta parte del mundo son esclavos negros (un poco racista si me preguntan a mi, pero al parecer es algo historico…)
El Centro parecía una romería, o lo era. Puestos, tiendas comida..todo pasaba al mismo tiempo y la gente se movía con ritmos acuaticos. Vi tiendas por horas, me probe miles de zapatos, ya que necesito unos para la final de la Energy Battle, y despues de cada uno decidía que el precio era mucho y que no lo necesitaba; así con las papas a la francesa que quice todo el día, con el helado y con la arepa que encontre en el FiskMarket.
A ella le encantán los zapatos. Yo nunca lo aceptaría. Es extraño, es algo que no hubiera elegido y que le criticaría mucho, pero cada quien tiene sus cosas.
Puede pasar horas viendo vitrinas y deseando comprar muchos pares distintos. Afuera de una tienda murío un caballo por el estress navideño (imaginense lo que nos hace a nosotros..a quienes quieren regalar y no pueden); la gente se arremolino en torno a el y gracias a eso no pude verlo.
Gracias… me fuí y me sentía un poco triste.
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